dimarts, 1 de setembre del 2015

Fátima. El Islam es paz


Fátima, nació en Marruecos, y es madre de dos hijos. Migró a España con su marido para buscar un futuro mejor. En Marruecos había estudiado Economía y al instalarse en Badalona viendo la dificultad que tenían muchas mujeres de relacionares y formar parte del entorno social dónde residían decidió hacer los estudios de integración social.

¿Cuál es el imaginario que tienen de Europa en Marruecos y qué tan cierto ha sido para ti?
En Marruecos tenemos una visión de España como un país rico, dónde la gente vive una vida muy rica y en donde tienes más oportunidades de cumplir tus sueños. No como en África donde en general hay mucha más pobreza. De éste imaginario lo que si que es cierto es que hay una mejor calidad de vida que en mi país. Sobretodo a nivel sanitario y educativo. En la época en que llegamos si que teníamos trabajo, tenías más oportunidades. Pero aún así para una familia extranjera no es fácil. Tienes que trabajar muy duro y muchas horas sabiendo que cobrarás menos. Y con el tiempo, la situación ha cambiado mucho, la crisis ha afectado muchísimo a los extranjeros, también a la gente de aquí pero creo que los extranjeros notamos mucho más la crisis.

Si volvieras atrás en el momento que pensabas migrar de Marruecos, conociendo la realidad de lo que te ibas a encontrar, volverías a migrar?
Si, lo volvería a hacer. Es una experiencia dura, sobretodo por separarte de tu familia, tus amistades, tu país... para ir a vivir en otra sociedad que en principio es diferente a la tuya. Pero al final te das cuenta que no somos tan diferentes. Que todos tenemos los mismo miedos, las misma ilusiones, y que no importa tanto la carcasa de fuera sino aquello que está en nuestro interior.

¿Y que visión crees que tienen los catalanes de Marruecos?
Creo que a veces la gente tiene una visión más negativa. Es verdad que hay pobreza pero también hay gente que vive una vida acomodada, que tiene dinero. También pienso que en general la gente es abierta y amigable. Es decir, que en toda sociedad hay de todo. Además en Marruecos si quieres vivir con libertad, puedes hacerlo. Nadie te obliga a que vistas de una forma u otra. Si quieres vivir el Islam y practicarlo o no practicarlo, es tu decisión.

¿Qué dificultades has tenido para adaptarte a tu nueva ciudad?
R. Por una lado está la familia. Y también que a veces cuesta que la gente te acepte por tu aspecto físico por los prejuicios que tenemos entre nosotros. Y lo más difícil es cuando no puedes hablar el idioma porque no puedes comunicarte. Te sientes diferente porque no tienes la capacidad de expresar lo que tienes que decir, no llegas a expresar aquello que llevas dentro. Y esto te hace sentir que eres menos y te entristece.

¿Cuáles serían las claves para sentir que estás "integrado"?
Para integrarte la primera cosa es encontrar una manera de comunicarte con el otro. Cuando tienes el idioma del país te facilita muchas cosas. Puedo explicar mi cultura, religión y es una manera de que el otro te conozca y tu a él.

Y Con respecto a tus hijos, ¿crees que van a vivir conflictos?
No me da miedo que los vivan. Lo que intento es educarles en que tengan confianza en ellos mismos, en lo que crean. A que tengan un carácter fuerte. Que si sienten algo tienen que defenderlo. Y también, para ser fuerte y desarrollar el carácter tienes que vivir muchas experiencias diferentes. Por ejemplo, somos de Marruecos y la gente nos llama moro. Ahora a mi hijo si le llaman moro le da igual porque se siente orgulloso de ser quién es. Y para mi eso es lo más importante, no avergonzarte de tus orígenes, de lo que eres. Si tu sientes vergüenza de tu país porque tiene muchos problemas, porque ese país no te da la calidad de vida que tu quieres es difícil que las personas de otras sociedades te respeten. Es importante que nosotros mismo cambiemos nuestra mentalidad e intentemos luchar para mejorar nuestros países de origen. Lograr que haya una mejor cobertura educativa y sanitaria, y una vida con oportunidades de tener trabajo.

¿Crees que las personas que han migrado, pueden volver a su país y cambiar las cosas?
Lo creo muchísimo. Ahora, si hay gente que se vuelve. La segunda y tercera generación está volviendo a Marruecos para poder aportar su experiencia. Si vas a Marruecos ves muchos médicos que han estudiado fuera y ahora trabajan en Marruecos y aportan su experiencia. Y eso no significa que no aportes en el mismo país que te lo ha dado dónde también tienes que darlo.

Tu estudiaste económicas en tu país y aquí integración social, por qué este cambio?
Al llegar aquí sentí que tenía dificultades por formar parte de la sociedad y busqué aquello que me diera las herramientas para cambiar mi situación y la situación de la mayoría de mujeres de origen marroquí que viven en Badalona. Es importante sentir que formas parte de la sociedad. Así que aprendí el idioma, me formé y empecé a hacer de integradora social. Lo esencial es el intercambio, el hablar con tus vecinos, en el mercado, en el parque... compartir tus sueños, tus experiencias, tu cultura... Eso es lo que te acerca a los demás porque cuando conoces, los prejuicios desaparecen. Creo que la forma más fácil de sentirte parte, es ser tu mismo a la vez que respetas el otro. Es decir, sentirme bien por ser musulmana, por llevar pañuelo, por vestirme a mi manera...pero no sentirme mejor que una española o que otra mujer marroquí que no lleva pañuelo. Sino respetar esas diferencias, aprender del otro, compartir experiencias sin dejar de ser uno mismo.

Qué les dirías a las personas que tienen prejuicios, con todo este discurso del pañuelo?
Yo lo puedo entender, porque los países dan una imagen del islam que no es la verdadera. La culpa es nuestra también porque no damos la verdadera imagen del islam y no luchamos lo suficiente para cambiarla. El Islam más que una religión, es un estilo de vida. Basada en unos derechos y unas obligaciones, igual que en los países democráticos. Vivir en el respeto, respetar a los demás, no juzgar, respetar a la gente que tiene una visión diferente a la tuya aún más que los que están de acuerdo. Es una religión que entrega. El islam es paz. Y todas estas guerras que están haciendo en nombre del Islam no tiene ninguna explicación. No hay ningún libro, escrito, nada que justifique el derecho a matar a nadie. Todos tenemos los mismos derechos, seamos musulmanes o no.

Entrevista realizada por Omaira Beltrán